Reflexiones sobre la Vida y la Protección Divina

Por: Luis Díaz G.

Un Encuentro Peligroso

Me disponía a tomar locomoción colectiva en un paradero de buses, cuando se acercaron dos hombres. Uno se paró frente a mí y me pidió dinero; yo le di una moneda. Mientras tanto, el otro se dio la vuelta y me tomó por detrás con su brazo en mi cuello, sintiendo algo helado en él.

De pronto, como un rayo, y como si fuera mi cuerpo de jabón, salí de las garras del enemigo y quedé en medio de la calle mirándolos mientras discutían y se alejaban.

• Podría haber salido herido o muerto.
• Solo se llevaron la moneda que les di.

Una Intuición que Salvó mi Vida

En otra oportunidad, mientras esperaba locomoción en el mismo lugar, habían dos jóvenes sentados en el paradero. Una voz en mi mente me decía que no me acercara al paradero.

Calle abajo venía una micro y ellos corrieron y se subieron. Yo hice parar la micro en el lugar donde me encontraba. Cuando subí, una voz me dijo:

• «Siéntate en el primer asiento.»

A los pocos minutos, los dos jóvenes del paradero asaltaron a los pasajeros que estaban en los asientos de atrás y luego se bajaron.

• Si me hubiera sentado atrás, me habrían asaltado.

Un Susto en la Cocina

La semana pasada, estaba calentando un pollo en el horno de la cocina en un pote de vidrio. Fui al patio y me demoré un poco. Al volver, la llama del horno se había apagado. La cocina es eléctrica y, sin abrir la puerta del horno, la encendí; con el gas que había adentro, hizo una explosión y salieron llamas de la cocina. Yo estaba frente a ella a no más de 20 centímetros.

• Podría haberse quemado mi rostro o, con la fuerza de la explosión, la cocina habría quedado encima de mí.
• No me pasó nada, ni a la cocina ni al pollo.

Confianza en lo Divino

¿Si Jesús está conmigo, de quién temeré?

Alabado sea mi Señor por la Eternidad.

Confía en Él, porque no es un Dios de piedra o de madera. Es un Dios VIVO que te ama y te protegerá si le entregas tu vida, renunciando a ti mismo y dejando TODO bajo Su Control y Señorío.

Luis Díaz G.