Mensaje de Prosperidad

Pastor: Hugo López
www.CashLuna.org

La Búsqueda de Dios

Dios anda en busca de tu corazón antes de prosperarte, porque en él guarda los motivos por los cuales deseas ser próspero en todas las áreas de tu vida.

• Si hay cosas que aún no hemos superado, Él no nos va a prosperar, pues no nos dará algo que nos aparte de Él.

Proverbios 22:1-7

«De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro. El rico y el pobre se encuentran; a ambos los hizo Jehová. El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño. Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová. Espinos y lazos hay en el camino del perverso; El que guarda su alma se alejará de ellos. Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. El rico se enseña de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta.»

Dios y la Riqueza

Dios hace tanto al rico como al pobre. La actitud del pobre se describe con la frase: El que toma prestado es siervo del que presta.

• La gente rica lo es porque ha cultivado principios y valores, tiene un corazón humilde y reconoce de quién viene la prosperidad.

Es necesario aprender de los ricos: ellos pueden enseñarte cómo salir adelante. José aprendió de un hombre rico y fue puesto en un lugar muy importante.

Dios desea que todos seamos prósperos en todos los aspectos: la familia, el trabajo, etc. No nos quiere ver como esclavos ni tristes por lo que debemos.

Reflexiones sobre el Corazón

A menudo nos preguntamos: “¿Por qué Dios no me ayuda?” Quizás aún hay cosas en nuestro corazón que debemos cambiar.

• Dios quiere ordenar las prioridades en tu vida.

Cuando Dios trabaja en tu corazón, se asegura de que te va a prosperar cuando termine.

Decisiones y Emociones

Nuestras decisiones frecuentemente se basan en cómo nos sentimos. Por ejemplo, un joven ve a una chica cristiana, se enamora y toma decisiones basadas en sus emociones.

Reflexiona: ¿Cuáles son las razones detrás de tus decisiones? Algunos pueden estar trabajando sin entusiasmo, mientras que otros lo hacen con gusto. Cuando decides que tu trabajo es lo mejor, te conviertes en el mejor trabajador.

Génesis 1:1-2

«En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.»

El Espíritu se movía en medio de un desorden, y Dios decidió ordenarla. Así como Él observa nuestra vida, también busca ordenarla.

La Decisión de Dios

Dios empieza a hablar y a reconocer la situación. Si ves pobreza o maldad, tú también tienes el poder de bendecir y ordenar. Dile a tus problemas: “Dios decide”.

Si decides creer en Jesús, Él decide entrar en tu vida y darte su Espíritu.

La Palabra de Dios

Hebreos 4:12 dice: «Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos…»

La Palabra disierne las intenciones. ¿Cuáles son tus razones para prosperar? ¿Las intenciones de tu corazón son las correctas?

• La humildad proviene del corazón. Dios busca trabajar en nuestro corazón, moldeándolo.

La historia de David

Dios dijo sobre David: “Este hombre es conforme a mi corazón porque hará todo lo que yo le pida.” En contraste, ¿qué hará una persona con su corazón amargado?

Lleva tu corazón al altar y permite que Dios lo transforme.

Ezequiel 33:23

“Y le haré un corazón nuevo, quitaré el corazón de piedra y pondré un corazón de carne para que andes en mis preceptos, los guardes y los pongas por obra.”

Reflexiona sobre tus Intenciones

Es vital cuestionar tus intenciones. ¿Por qué decides trabajar, perdonar, amar o buscar a Dios? ¿Es por necesidad o amor?

En momentos difíciles, como situaciones económicas complicadas, declara: “Quiero seguirte amando, seas o no seas mi Dios”.

Recuerda: Si tienes a Dios, ¡tienes todo!

Cierre

Entrega tu corazón a Dios y pide: “Señor, cambia mi corazón, las razones por las cuales te busco; quiero que sean las correctas. Gracias. Amén.”

Pastor: Hugo López
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