Dando a los pobres

Cuando doy al pobre

«Cuando doy al pobre y parto mi pan con él, mi justicia irá delante de mí y la gloria de Jehová será mi retaguardia.»

La importancia de ayudar al hambriento

Dice: “Parte tu pan con el hambriento.” Habla de un nivel de gente que no tiene ni para comer. David dijo: “Este pobre clamó.” David era pobre, pero clamó y Dios lo levantó, fue rico. ¿Quién puede pasar a una persona de pobre a rico? Dios. Pero ¡clame a Él!

El dilema en la iglesia

Marcos 14:3-5: Siempre que la iglesia ha querido hacer algo, normalmente el comentario es: ¿por qué no se lo dan a los pobres? Sí, se le da a los pobres, pero por medio del trabajo.

La perpetuidad de la pobreza

Marcos 14:6-7: ¿Cuándo van a dejar de haber pobres? Nunca. A los pobres, ¿hasta cuándo los tendremos? Siempre y cuando ellos quieran serlo. En griego quiere decir: “Deseo, voluntad, determinación.” Jesús, lo que enseñó al darle al pobre es que cuando quieran y les nazca del corazón, denle. Pero a Jesús no siempre lo tendremos. La oportunidad de poder darle al pobre siempre la vamos a tener.

El deseo de ayudar

Todos tenemos un llamado interno de ayudar a alguien. ¿Cuántos han tenido el deseo de tener más para dar más? Ese deseo Jesús lo pone. Dios dio a Jesús por ti y para ti, a su Hijo. ¿Crees que Jesús es lo más valioso que Dios tiene?

La bendición divina

Entonces, Dios dirá: “Si ya di a mi hijo, ¿no crees que te puedo dar una casa, un vehículo, salud?” Pero, ¿cómo tratas al Hijo? Si no lo bendices, no te comprometes o no sirves, no tratas bien al Hijo. Pero si lo tratas bien, entonces Dios sabe que te puede dar todo lo demás porque Él sabe que has tratado bien al Hijo.

La renovación espiritual

Efesios 4:22-27:
«En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, por lo cual desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis, no se ponga el sol sobre nuestro enojo ni deis lugar al diablo.”

El peligro del enojo

¿Sabe qué es lo que abre las puertas al diablo? El enojo. Este es como el borracho. Si usted ya sabe que eso es así, deje de beber de ese vino, mejor beba del vino del Espíritu Santo.

El cambio personal

Yo pensé que nunca me iba a casar por el carácter tan malo que tenía, era horrible, ni a mí mismo me quería ya. Pero el que es enojado sufre a solas. Pídale a Dios que le cambie ese carácter. El que hurtaba no hurte más, trabaje haciendo lo que es bueno con sus manos, para que tenga qué compartir, para darle al que tiene necesidad.

Un mandato para todos

¿Para quién es el mandato? Para el que robó. Si no has robado, tienes que darle al necesitado; pero si robaste, es un mandato que tienes que darle al necesitado siempre, porque tiene que devolverle a la gente lo que le robó. Pero si usted ha robado de sus diezmos y ofrendas, aparte dele al necesitado, para que le vaya bien aquí en la tierra.

La promesa de Jehová

Proverbios 19:17: “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.” Este versículo es el más difícil de comprender. Cuando tú te miraste por primera vez en la Palabra, dijiste “qué mal estoy,” pero te transformaste. Y cuando lo volviste a leer, dijiste “qué bien estoy.” Debes de ir todos los días a la Palabra para que seas transformado.

El significado del diezmo

Cuando diezmamos, ¿estamos dando prestado a Dios o es de Él? Pero cuando le das al pobre, ¿le estás dando algo de Dios o es tuyo? Cuando le das a un pobre, Dios dice: “lo tomo como un préstamo, gracias ya yo te pago.”

La oportunidad de dar

¿Es mandato el diezmo? Sí. ¿Las ofrendas? Sí. ¿La honra a los padres? Sí. Pero dar al pobre no es un mandado, es una oportunidad que Dios nos da. La Biblia dice: “El que al pobre da no le faltará nada.” El que al pobre da, al Señor presta, y Él nos lo devolverá según la obra.